Unos importantes restos arqueológicos que nos hablan del origen de nuestra ciudad y la huerta milenaria van a quedar sepultados para siempre bajo el hormigón. Mientras tanto, el alcalde, Miguel Ángel Cámara, va a recoger una medalla de oro otorgada por la constructora encargada de ese destrozo y, arropado por una enorme bandera y el himno nacional, declara que no entiende cómo hay gente en contra del proyecto de urbanización.Hace poco leí un artículo sobre unos restos arqueológicos visigodos en Toledo: «Los visigodos le han ganado definitivamente la batalla al ladrillo en Toledo en pleno siglo XXI. La Vega Baja, en donde inicialmente se iban a construir 1300 viviendas, albergará el que puede ser el mayor parque arqueológico de Europa».Ojalá nuestros antepasados que comenzaron a cultivar estas tierras, hicieron acequias, obras hidráulicas y de alfarería puedan ganarle, como los visigodos de Toledo, la batalla a la sinrazón de la construcción devoradora. Quizá es sólo cuestión de amar la tierra que pisamos y al pisarla saber cómo hay que hacerlo, así de sencillo señor alcalde.
José Moreno García
Santiago El Mayor
Murcia
miércoles, 30 de mayo de 2007
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