jueves, 29 de mayo de 2008

Carta de un aficionado del Ciudad

Cuando el Ciudad empató en el partido en Tomelloso sentí algo que los aficionados de los equipos llamados históricos jamás podrán sentir. Yo comencé a oir hablar del Ciudad de Murcia cuando éste andaba peleando por campos de 2ªB. Extrañeza fue lo primero que sentí ¿de dónde narices ha salido este equipo? Fui siguiéndo sus resultados con gran curiosidad a través de Internet y oía hablar de él con entusiasmo. En muy pocos años, sin apoyo institucional, con no demasiado dinero y sin apenas masa social; se habían asentado en una categoría tan exigente como la 2ªB.

Oía decir que ese equipo luchaba con garra, que realizaban ascensos meteóricos, que la afición, aunque escasa, compartía un lazo especial con su equipo; y entre el actractivo que siempre arrastra la épica y las fidelidad de unas pocas gentes, ese Ciudad comenzó a gustarme. Jamás he asistido a un partido del Real Murcia pues éste equipo nunca me atrajo y siempre me negé a seguirlo pues la pasión por un club debe ir más allá que un mísera aleatoriedad que determina donde naces. Vi el partido de ascenso a 2ªA por la tele y me quede maravillado. Meses despues asistí a algún que otro partido en la Vieja y ya por siempre querida Condomina. El año justo antes de que nos vendieran me hice abonado e ingresé en la Peña Barón Rojo y vaya momento más buenos pasé esa temporada. La sangre del Ciudad ese año ya se había adueñado de mis venas.

La peña Barón Rojo, Los Citys (como me impresionó verlos animar la primera vez, y la segunda, y la tercera...) Wolfo, ¡oh Dios que crack! y las demás peñas también por supuesto. Todo era como un baile bien orquestado y en familia. Luego llegó la venta, luego la ira y por último el silencio. Sinceramente os digo que creí que todo había acabado como un breve sueño. Y en 3ª he comenzado a comprenderlo todo. Desgraciadamente he faltado bastante este año por motivos personales, pero cada vez que iba al estadio podía ver a ese Ciudad que continuaba con su garra y nuestra pequeña familia de aficionados a su lado. Un pensamiento retorcido se paseó por mi mente "me alegro de estar en 3ª para vivirlo desde abajo, para poder hacer lo que otros hicieron antes que yo para éste gran club"

Y entonces mi sangre CIUDADana desgarra estas ideas y retorna la épica. ¡Nuestro destino es regresar! El Ciudad es mucho más que un equipo de fútbol al que te adiheres por el simple hecho aleatorio de que naciste en Murcia. Tuvimos la elección completamente libre de hacerlo (más fácil que marchar al Real Murcia en primera no había nada) y éste equipo lo hemos creado nosotros, es como un hijo. Lo vimos nacer, lo vemos crecer, lo vimos agonizar y casi morir para de nuevo renacer. Y dentro de 10,20,30,40 años o más podremos ir con nuestros nietos al estadio y decirles a ellos y a todo aquel que quiera escuchar, que nosotros estuvimos ahí en los primeros y durísimos años. Que creímos e hicimos crecer un club de la nada. Todos tendremos un pequeño legado futbolísico que trasmitir.

Reflexionad sobre ésta última idea. Cuando el Ciudad empató en el partido en Tomelloso volví a sentír algo que los aficionados de los equipos llamados históricos jamás podrán sentir. Éste un equipo al que nosotros dimos vida y amamantamos. Un club que no nos encontramos hecho y derecho con todo el apoyo institucional, economico y social. El Ciudad ha sido creado por pedazos de nosotros mismos y que otros nuevos aficionados seguirán aportando en el futuro. Ésto es lo que nos diferencia de ellos, y ellos nunca podrán sentir nuestra emoción de ver al Ciudad.

En-gendros nos llaman, muchas veces escuché esta palabra en el pasado, la sigo escuchando ahora y así seguirá siendo en el futuro. Ahora cada vez que escucho la palabra en-gendro me siento un privilegiado porque ellos jamás podrán sentir lo que sentimos. Ojala pudieran comprenderlo. Éste domingo todos al estadio con nuestro equipo. Nuestro destino es ascender a 2ªB éste mismo año, y si no lo conseguimos y lo permiten los que pagan yo me quedo con mi Ciudad, porque es el nuestro. ¡Vamos Ciudad!