sábado, 24 de marzo de 2007


¿Qué queda de la Murcia de Salzillo?
¿Qué queda hoy de aquella Murcia de trazado árabe y construcciones barrocas que atrapó al genial Salzillo? La respuesta es fácil: poco más que nada. Durante la década de 1930 las demoliciones del Contraste y de la casa de los Celdranes fueron una triste premonición de lo que se avecinaba. La apertura de la Gran Vía; con desaparición de baños árabes incluida, fue como un tumor maligno que desde el mismo corazón de la medina se fue extendiendo. Primero fenecieron infinidad de calles morunas bajo el asfalto de la arteria que irónicamente llevaría el nombre del genial imaginero. Después, se destrozaron palacetes encantadores como los de la calle San Nicolás o el palacio Riquelme, sustituido por un horroroso bloque de 8 pisos. Cientos de casas con sus típicos miradores desaparecieron para dar paso a impersonales edificaciones. Tras este genocidio urbanístico el gran arquitecto Chueca Goitia dijo: «Murcia podría haber sido una de las ciudades más bellas e interesantes de la Península si hubieran sabido conservarla como se merecía».El pasado no se puede cambiar, pero sí remediar con lo que hagamos en el presente. Sin embargo, a día de hoy, lejos de promover planes de recuperación o restrictivas normas de edificación en todo el casco antiguo, se sigue demoliendo indecentemente como ha ocurrido con el Gobierno Militar, o se hacen edificaciones contemporáneas como la Casa Carmela, diseño de Francisco Camino más propio para la avenida de Juan Carlos I que para la antiquísima calle de San Pedro. Es una auténtica vergüenza que sigamos con la misma dinámica que destrozó la que fuera capital del Reino. Esta responsabilidad es compartida por el inoperante Ayuntamiento y por la inmóvil sociedad murciana.
Gregorio Sabater Navarro
(fuente: la Verdad)

jueves, 22 de marzo de 2007

La falsa palabra de Cámara

Viendo la gran mole de hierro que han colocado, como estatua de dudosa ¿belleza? vanguardista, en la redonda del infante junto a media markt, en Ronda Sur, me cabe preguntar, en relación al urbanismo por esa zona de la que hablo, que hay de esas respuestas con buenas palabras y mejores intenciones que el señor alcalde dio a un amigo que le escribió varias sugerencias al buzón del alcalde en el periódico de "la verdad", sugiriéndole que colocara elementos representativos de nuestra Murcia, como la bandera regional que brilla por su ausencia en solitario, cosa que en otras capitales de Comunidad, como Valencia, sí lo hace. Igual propuso que se pusiera nombres distintos, y en relación a nuestra tierra, a los distintos tramos de la avenida Miguel Indurain, y no los nombres monárquicos a los que nos tiene acostumbrados los distintos alcalde de Murcia, y éste que sufrimos hoy en día más en concreto.Pero está visto que las ideas fijas y supremas del señor alcalde, no hay quien pueda con ellas, a menos que le puedan en las urnas, como muchos deseamos y desean y como Murcia y los murcianos merecemos.

martes, 20 de marzo de 2007

Trato justo al Ciudad

Como seguidor y abonado del Ciudad de Murcia quiero expresar mi queja, que al fin y al cabo es el sentir mayoritario de la afición ciudadana como se percibe y se puede leer en los foros del club, de la discriminación y menosprecio a la que es sometido nuestro club por los medios de comunicación españoles, y alguno que otro regional, desde que deambula por la Segunda División. Si bien esto fue notorio la temporada pasada, en la actual, donde hemos alcanzado provisionalmente el liderato, este hecho es aún más evidente y denigrante: No retrasmisión de partidos televisados, «olvidos» y «erratas» contínuos, confusiones, desinterés,...Supongo que será por el hecho de ser murcianos y, además, un club modesto y humilde, pero por favor, no consintamos más esto y pido que se nos trate de forma ecuánime, como a los demás, ni más ni menos. ¿Ánimo Ciudad!

Fdo:
J.G.M.

lunes, 19 de marzo de 2007

Amor a la tierra
Rafael Caravaca Robles/MURCIA
Desde la distancia se toma perspectiva y mejor conocimiento de la realidad, se compara y se mide, se observan aspectos viciados, que en otros lugares han sabido superar. Cuando nos quejamos de que alguien de fuera se porta mal con nosotros y en algunos casos percibimos que hasta nos desprecian, no vemos que nosotros mismos hemos ido sembrando para que así suceda.Estamos detenidos todavía en el panocho, que no es una lengua, sino expresión de incapacidad de no haber aprendido correctamente el castellano por no haber estudiado el mismo en colegios, sino de oído y mal aprendido. Nuestra gran mayoría de jóvenes deambulan por las calles sin saber muy bien qué hacer, sólo disponen de aquello que el comercio voraz les ofrece, les toma como elemento muy apetecible de consumo. Ni siquiera nos fijamos en las sociedades más modernas y desarrolladas de nuestro país para imitarles; sólo esperamos, ilusos de nosotros, que venga alguien de fuera a solucionarnos los problemas. Nos faltan muchas cosas que no hemos sabido conseguir y otras que no hemos sabido realizar nosotros.A ninguna región se le debe tanto como a Murcia. Han explotado a nuestros mayores cuando tenían que emigrar y hacer riqueza para otras regiones a cambio de unas pobres migajas. Curiosamente estas mismas regiones nos niegan ahora sus sobras de agua y más curiosamente, algunos de ellos quizá son descendientes de murcianos.Murcia nos necesita a los murcianos; tengamos a los de fuera como invitados predilectos y seamos sus anfitriones más generosos, pero Murcia debe ser gobernada por nosotros a todos los niveles, siempre habrá alguna excepción honrosa que nuestra proverbial hospitalidad sabrá comprender.