lunes, 20 de agosto de 2007

¿Murcia está limpia o sucia?

No sé yo si a su pueblo le pasará lo mismo, que me temo que va a ser que sí, pero Murcia está sucia, muy sucia, y lo primero que hay que hacer para atajar este problema de falta de civismo, dejadez, convivencia en horas bajas, mal aspecto y futuro incierto es, sin duda ninguna, reconocerlo. Eso lo primero y, de inmediato, a toda prisa y a toda máquina, a toda leche y a toda vela por el Segura agónico, sin hacernos los locos y sin echar balones fuera del contenedor, como hacemos con la basura y otras inmundicias, ¿limpiarla, coño!Lo digo porque escucho despierto un anuncio en la radio que me hace reír y pensar una vez más que nos toman por tontos, que se creen que nos hemos caído de una higuera, una palmera con picudos, un cocotero o una patera y que nos lo tragamos, como parece que así es, todo. Escucho un anuncio institucional que dice, sin que nadie parezca estar borracho o de broma: «Murcia está limpia. Y cuesta muy poco mantenerla así...». Claro, Murcia está limpia y por aquí pasa el Nilo, Murcia está limpia y en ella gobierna el PSOE con mayoría absoluta, Murcia está limpia y sus habitantes no pagan impuestos, Murcia está limpia y con el tráfico siempre fluido y silencioso, Murcia está limpia y no hace calor, Murcia está limpia como los chorros del oro y no se ve ni un mendigo, ni un gorrilla, ni un maleducado, ni un maleante, ni un pobre de pedir al estilo Misericordia de Benito Pérez Galdós.

Claro, Murcia está limpia y sus jardines no tienen nada que envidiar a los colgantes de Babilonia, Murcia está limpia y en sus aceras se pueden freir huevos, y Murcia está limpia y en nada, nada, nada se parece al Orán pegajoso de La Peste de Camús. Ah, y Murcia está limpia y en esta ciudad no se comen marineras. Pues no. Murcia está sucia y hay que tomar de una puñetera vez medidas, Murcia está sucia y así no vamos a conseguir ni de coña que prospere el proyecto turístico Cruce de Caminos, y Murcia está muy sucia y lo sabe el alcalde Cámara, en cuyo favor hay que decir que no vive en una urna de cristal, así es que ánimo y al toro.

Ha empezado a hablar claro una de sus concejalas jóvenes y veremos a ver qué más, la compañera Adela Martínez Cachá, de Parques y Jardines, al declarar que se ha quedado muerta, recorriendo la ciudad y sus pedanías -¿acaso vivía antes en las cumbres del Kilimanjaro?- ante la falta evidente de civismo que se palpa, sobre todo cuando pisas la prueba tangible de que los perros, que también son animales, no comen aire.

Antonio Arco
(Artículo en "La Verdad")